jueves, 13 de noviembre de 2008

EL TERRORISMO DE ESTADO DIRIGIDO POR EL GOBIERNO URIBISTA

EL TERRORISMO DE ESTADO DIRIGIDO POR EL GOBIERNO URIBISTA PARA COMETER SUS DESMANES EN LAS MOVILIZACIONES POPULARES, SON PRESENTADOS COMO ACTOS DE LA INSURGENCIA.

En todas las movilizaciones pacíficas de protesta social, de los trabajadores, campesinos, estudiantes, indígenas, negritudes, etc, resultan hechos de violencia, como explosiones, disparos de armas letales de uso privativo de las fuerzas militares que causan la muerte a los activistas e incluso lesionan miembros de la fuerza pública; hechos que son utilizados perversamente por el Presidente Fascista Alvaro Uribe Vélez, para crear las herramientas, con el propósito de conjurar la protesta popular estigmatizándolas como “acciones de la guerrilla”.

La frase del primer mandatario que se ha vuelto célebre en sus alocuciones autoritarias contra la población, es que “la movilización está infiltrada por la “guerrilla”. En otras ocasiones, dirige su autoritarismo pervertido con acusaciones más detonantes contra la movilización popular, cuando dice: “Eso está organizado por la “guerrilla”.



Una vez ocurre el acto de violencia dentro de una manifestación pacífica, el déspota primer mandatario de los colombianos, Señor Álvaro Uribe Vélez, creador de las COOPERATIVAS CONVIVIR, nervio del paramilitarismo genocida (como dijo un articulista: “convivir y paras, amor a primera vista”), sale el comunicado de la Casa de Nariño, en el cual se informa a la opinión pública que “ LA MANIFESTACIÓN ESTÁ INFILTRADA POR LA GUERRILLA ”, aprovechando la manipulación de las encuestas desde la propia Presidencia de la República , y publicadas por los medios de manipulación social (RCN-CARACOL- EL TIEMPO-ELESPECTADOR -EL ESPACIO-EL SIGLO-LA REPÚBLICA, ETC), encargados de alienar e idiotizar al “85% del pueblo colombiano”, que resulta aplaudiendo los desmanes de la represión gubernamental fascista del primer mandatario.

La realidad es otra. Históricamente, más del 95% de los actos violentos en las movilizaciones pacíficas de protesta popular, son realizados por agentes encubiertos de los organismos de inteligencia del Estado Colombiano, con el propósito de justificar la represión militar y criminalizació n (encausamiento judicial) en tales manifestaciones, resultando de ello activistas sociales muertos, desaparecidos, descuartizados, desplazados, exiliados, fosas comunes, detenciones masivas (criminalizació n social), etc.

La cantidad de falsos positivos y acciones encubiertas dan cuenta de una larga estadística que el Fascista Presidente Álvaro Uribe Vélez no informa ni da a conocer a la opinión pública a través de los mencionados medios de manipulación social. Basta recoger las acciones de choque (militarizació n directa) y acciones encubiertas en las manifestaciones de los trabajadores de la caña de azúcar y del agro-combustible, de los pueblos indígenas, la conmoción interior contra los trabajadores del poder judicial en obedecimiento a las orientaciones de uno de los banqueros más poderosos de Colombia y del mundo (Luis Carlos Sarmiento Ángulo), las retenciones masivas y judicializació n de los estudiantes universitarios en sus marchas, la presencia de elementos de la fuerza pública encapuchados con prendas de civil disparando contra las marchas indígenas debidamente escoltados por cuerpos de la Policía Nacional de Colombia, ejecuciones extrajudiciales de dirigentes populares, cuyos propósitos no son otros que estigmatizar y satanizar las movilizaciones sociales como si fueran manifestaciones de terrorismo. Eso sin contar toda la gama de los “Falsos Positivos”, acciones de terrorismo de Estado propias del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, utilizados para presentar “resultados contra la guerrilla” por los miembros de las fuerzas militares, para cobrar las grandes recompensas ofrecidas por el Gobierno Uribista e incluso, al parecer, para ganar las elecciones a la Presidencia de la República en dos periodos. Con esas prácticas del terrorismo de Estado, bajo falsas promesas, llevaron jóvenes de las grandes ciudades a zonas de manigua (selváticas) o de tradición insurgente, ejecutarlos extrajudicialmente y luego presentarlos como “guerrilleros muertos en combate”.

Es la evidencia del continuismo de la política de eliminación de los opositores políticos, los activistas sociales, los defensores de los derechos humanos, los campesinos, indígenas, trabajadores, estudiantes, etc, históricamente practicada, como ha sido tradición de la oligarquía colombiana, una de las más sanguinarias del mundo, especialmente a partir de los años 80s, con el genocidio de la Unión Patriótica (UP) y la eliminación de la oposición.

En tal sentido, si la Unión Patriótica y la oposición política se hubiese clandestinizado, no habría sido objeto del genocidio que conoce el mundo entero, como lo prueban las estadísticas de desaparecidos, asesinados, fosas comunes, exiliados, desplazados, etc.

El propósito de las capuchas en las universidades, es para impedir que sean detectados estudiantes opositores al gobierno fascista de Álvaro Uribe Vélez para evitar la eliminación o criminalizació n, ya que si bien el déspota presidente formalmente presenta la desmovilizació n legal de los grupos paramilitares, la realidad es que estos escuadrones de la muerte siguen operando sin ser tocados por las mafias gubernamentales de la derecha y de la ultraderecha. O sea, la clase gobernante tiene dos lógicas: un discurso demagógico de tipo legalista siendo su mejor exponente el fascista Álvaro Uribe Vélez, y una estrategia guerrerista que aplica en dos líneas, las fuerzas militares de carácter legal y las operaciones encubiertas dirigidas por organismos de inteligencia del Estado, con sus tácticas paramilitares, lo que concluye que la clase gobernante es enemiga de que la oposición política aplique la combinación de todas las formas de lucha, pero, el gobierno fascista, aplica y practica la combinación de todas las formas de lucha, incluyendo las prácticas de los peores genocidios, las operaciones encubiertas, las detenciones masivas, la estigmatizació n de los opositores políticos, y en general todo tipo de guerras sucias practicadas a la perfección por el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

Las recompensas como esencia de la política de “seguridad democrática” son la razón de ser de los “falsos positivos” y demás medidas de represión y eliminación de la población civil que no tiene nada que ver con la oposición interna del país.

Así que, las movilizaciones pacíficas han estado y están amenazadas de muerte, siendo de extrema urgencia denunciar a nivel Nacional e internacional el peligro de exterminio de los opositores políticos, necesitándose la presencia de organismos internacionales que realicen verdaderas investigaciones al margen de la manipulación de los medios de comunicación colombianos y del propio gobierno fascista, quien practica la táctica de las operaciones encubiertas para causar acciones terroristas y presentarlas como “acciones de la guerrilla”.

LUCHADORES CONTRA EL FASCISMO

E-Mail: contraelfascismo@ yahoo.es

FUENTE: http://movimiento13deabril.blogcindario.com/

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